INTELIGENCIA EMOCIONAL, MINDFULNESS Y EMOCIONES

Practicar Mindfulness ayuda en la gestión positiva de las emociones

La practica regular del Mindfulness es de gran ayuda para desarrollar nuestra inteligencia emocional, vivir plenamente nuestras emociones y saberlas gestionar positivamente en nuestro día a día.

¿Qué es Mindfulness?

Mindfulness  es atención plena y consciente a lo que pasa afuera y dentro de nosotros, significa estar presente en este momento, a lo que está aconteciendo aquí y ahora. La actitud que acompaña esta práctica es compasiva y sin juicio, abarcando con total aceptación todo lo que hay en el momento presente.

Una de las principales características del Mindfulness, que lo hace tan relevante hoy en día, es su aplicabilidad en la rutina cotidiana, aportando a la misma paz y sosiego que nos ayudan a hacer frente al frenesí de la vida moderna.

La práctica del Mindfulness es una aliada poderosa también a la hora de hacer frente, conocer y gestionar nuestras emociones, ya que nos ayuda a ser consciente de ellas, reconocerlas, aceptarlas y decidir qué hacer con una actitud más serena, compasiva y consciente.

Inteligencia emocional y emociones

Según Daniel Goleman, autor del libro “Inteligencia Emocional”, el término emoción se refiere a un sentimiento y a los pensamientos, estados biológicos y psicológicos y el tipo de tendencias a la acción que lo caracterizan.

Las emociones son impulsos que nos llevan a actuar, programas de reacción automática para enfrentarnos a todas las circunstancias de la vida. En toda emoción hay implícita una tendencia al acción: la palabra emoción viene del latín movere, moverse, más el prefijo “e“, significando algo como “movimiento hacia”.

La respuesta emocional es mucho más rápida que la respuesta racional, por esto a veces nos encontramos con estados emocionales y sentimientos de manera repentina y casi sin conocer la causa.

Emociones y pensamientos están relacionados y se retroalimentan el uno al otro. Hay emociones que causan pensamientos así como hay pensamientos que causan emociones. Si no sabemos cómo intervenir en este circuito, podemos vernos arrastrados en espirales dañinas en muchos niveles.

La Inteligencia emocional es considerada como la habilidad para percibir, asimilar, comprender y regular las propias emociones y las de los demás. Es una continua relación con la vida y una adecuada manera de utilizar constructivamente las emociones. El objetivo es forma que las emociones sean orientadas de manera eficaz a mejorar nuestras relaciones sociales y calidad de vida. Presenta 5 componente fundamentales: autoconocimiento emocional, autocontrol emocional o autorregulación, automotivación, reconocimiento de emociones ajenas, relaciones interpersonales.

Dentro de la Inteligencia Emocional, la percepción emocional consiste en la habilidad para identificar y reconocer tanto los propios sentimientos como los de aquellos que te rodean. Implica prestar atención y descodificar las señales emocionales de la expresión facial, movimientos corporales y tonos de voz, imágenes, arte y sonidos. Además de identificar convenientemente nuestras propias emociones, identificamos los estados y sensaciones fisiológicas y a expresar nuestras emociones y las necesidades asociadas a ellas. Esta habilidad implica además la facultad de discriminar de forma acertada la honestidad y sinceridad de las emociones expresadas por los demás.

La integración emocional es la habilidad para tener en cuenta los sentimientos cuando razonamos o solucionamos problemas. En función de los estados emocionales, los puntos de vista de los problemas cambian, incluso mejoran nuestro pensamiento creativo. Es decir, que nuestras emociones positivas actúan de forma positiva sobre nuestro razonamiento y nuestra forma de procesar la información.

La comprensión emocional es la habilidad para desglosar el amplio repertorio de señales emocionales, etiquetar las emociones y reconocer en qué categorías se agrupan: se entienden las relaciones entre las emociones y las situaciones a las que obedecen y se reconoce cómo se combinan los diferentes estados emocionales para dar lugar a las emociones secundarias, por ejemplo, los celos, son una combinación de amor y admiración por una persona, con el miedo y ansiedad a perderla.

La regulación emocional es la habilidad más compleja. Es la capacidad para estar abierto a sentir las emociones positivas y negativas, reflexionar sobre ellas y hacerlas útiles,ya que controlando la forma en que se expresan, podemos optar entre sentirlas o bloquearlas. Es la capacidad observar reflexivamente las emociones, conocer su influencia, de regular las emociones, moderando las negativas e intensificando las positivas, sin minimizar ni exagerar. Es el dominio intrapersonal e interpersonal, regulando también las emociones de los demás a través de estrategias. Es la regulación consciente para lograr un crecimiento emocional e intelectual.

Emociones positivas y negativas

No hay emociones positivas o negativas en el sentido de buenas y malas, todas tienen su importancia y utilidad en nuestras vidas.

Las que consideramos negativas son las que nos hacen sentir sentimientos desagradables. Las que consideramos positivas son las que nos hacen sentir bien con nosotros mismos y los demás. Las sensaciones negativas tienen unos patrones de conductas más estructurados y concretos: huir, luchar, llorar. Las emociones positivas son más abiertas y con una actitud de abrir posibilidades: crear, disfrutar, relajarse. Esto nos hace percibir más las reacciones negativas que las positivas, recordándolas más a menudos y de una manera más vivida.

Al gestionar mejor y dejar ir las emociones negativas hay más espacio y abertura a las emociones positivas que  nos abren a una mayor creatividad y nos brindan más posibilidades de actuación.

Practicar Mindfulness

La práctica del Mindfulness nos permite dedicar tiempo y atención para conocernos mejor. Conectar directamente con las emociones, las sensaciones físicas y los pensamientos que estamos experimentando, acogiéndolos abiertamente, compasivamente y sin prejuicios.

Tomar conciencia proporciona la distancia adecuada de lo que ocurre permitiéndonos reconocerlo y manejarlo y desarrollar una mayor compasión hacia nosotros mismos. Mindfulness nos ayuda a ser conscientes de lo que nos pasa sin dejarse dominar por las sensaciones y emociones, ni juzgar o reprimir esta experiencia. Esto nos ayuda a sentir compasión hacia nosotros mismos y reaccionar de forma más calmada y objetiva a las circunstancias.

Una vez que somos conscientes de lo que nos pasa, podemos decidir cómo actuar más eficazmente frente a ello. La práctica del Mindfulness permite el fluir de las emociones, sin evitar las emociones difíciles, como la ansiedad y la ira, sino ayudándonos a afrontarlas con actitud positiva en lugar de huir de ellas. Se trata de acercarnos a todas ellas con curiosidad, experimentarlas y vivirlas sin juicios ni etiquetas. Luego, podemos soltarlas y dejarlas ir, dándonos cuenta que así como han llegado, se van.

Conocer y practicar Mindfulness es muy útil en la gestión de las emociones negativas como ansiedad, celos, culpa, envidia, ira, miedo, resentimiento, tristeza o vergüenza. Nos ofrece herramientas de autoconocimiento y autogestión que nos ayudan a volver a la calma a través de la respiración, anclándonos al aquí y al ahora.

Al mismo tiempo, nos ayuda a fomentar las emociones y actitudes positivas como alegría, curiosidad, ilusión, automotivación, confianza, seguridad. A través del silencio y la aceptación plena, compasiva y sin juicios de lo que nos pasa aprendemos a disfrutar y apreciar más todo lo bueno.

Inteligencia emocional, Mindfulness y emociones

Uno de los objetivos del Mindfulness es llevar la atención al momento presente. Ser consciente de los pensamientos, las emociones y las sensaciones corporales que experimentamos en cada instante. Pero en la vida frenética de hoy, a menudo estamos muy desconectados de lo que sentimos. Así llegamos a reaccionar de forma inconsciente y pasiva a lo que nos pasa, sin darnos cuenta de cómo y porqué llegamos a sentir lo que sentimos.

Gracias a la sabiduría que nos proporciona Mindfulness, tendremos la posibilidad de fortalecer nuestra inteligencia emocional de encontrar la paz en este mundo frenético todas las veces que lo necesitamos.

La tranquilidad que buscas está al alcance de tus manos…

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