ELEMENTO AGUA

Bienvenido sea el otoño y el elemento agua

El elemento Agua es el que acompaña la estación otoñal. El agua es un elemento fluido, cambiante, adaptable a cualquier superficie y con una gran capacidad de infiltrarse en cualquier condición. Cuando hablamos de “ser como el agua”, hablamos precisamente de adoptar estas características, de hacernos líquidos en nuestro sentir y en nuestro hacer.

El agua es un elemento imprescindible para la vida. Vivimos nuestros primeros 9 meses inmersos en las aguas maternas, nuestro organismo está compuesto al 75% de agua… Nuestro mismo planeta está en su mayoría recubierto de agua y sus movimientos en forma de mareas tienen grandes repercusiones sobre nuestra vida…

Sin beber no podríamos sobrevivir… El agua limpia y purifica, nos libera de las toxinas internas y externas. Estar a contacto con fuentes de agua es motivo de relajación e inspiración, nos transporta en un mundo onírico, así como a nuestra niñez, y a nuestro niño interior.

Podemos aprovechar la temporada otoñal para conectar con este elemento.

Trabajar con los elementos en armonía con los ritmos naturales puede ayudarnos a conocernos más y a vivir más conectados con el universo al que pertenecemos, aunque a veces parecemos olvidarnos.

El elemento agua está directamente relacionado con el inconsciente, las emociones, la sensibilidad, la intuición, la imaginación, lo femenino. Es un elemento receptivo, mutable, acogedor y sobrecogedor, en la medida de que puede ser tanto un baño caliente cuanto una ola que destruye todo a su paso.

El arquetipo del agua se asocia a nuestra parte más profunda y escondida, nuestro yo más íntimo, nuestros sueños y fantasías. La capacidad de sentir y estar en conexión con nuestros sentimientos también está en profunda relación con el elemento agua. Si vivimos en armonía con este elemento, seremos capaces de gestionar mejor lo que nos ocurra, porque nos sabremos adaptar a las circunstancias y, tal y como el agua, encontrar la forma de seguir adelante.

El agua es incontenible y siempre alcanza su objetivo con constancia, paciencia y perseverancia, erosionando las rocas poco a poco, pero también con fuerza y decisión, inundando todo lo que está en su camino. Es capaz de adaptarse a cualquier recipiente y suceso, y a la vez tiene la fuerza de modificarlo. Siempre ha estado conectada estrechamente con la vida, con la fertilidad, con el renacer y nos enseña que todo se transforma.

El agua nos habla del ciclo de la vida, de lo mutable que es todo lo que ocurre y transcurre, demostrándonos como no nos podremos bañar nunca dos veces en el mismo rio. Podemos volver a bañarnos en el mismo punto, pero el agua que nos mojará nunca será la misma. De esta manera, nos habla de la entrega al proceso vital, de soltar, de dejar ir, de perdonar y de agradecer. De ser disponible a lo que la vida nos depara.

Las palabras que más pueden relacionarse con el elemento agua, y con las cuales podemos conectar durante todo el otoño son

FLUIR, SOLTAR Y CONFIAR…

Para sentir plenamente la fuerza del ciclo de la vida que nace, muere y vuelve a nacer….

Si te llama la atención descubrir más sobre los elementos y como integrarlos en tu vida, ¡contacta conmigo! Estaré encantada de ofrecerte un acompañamiento holístico totalmente adaptable a tus necesidades.