El tema de las “personas tóxicas” lleva tiempo de moda, y más recientemente se ha añadido también la otra vertiente de las “personas vitaminas”.
Personalmente, es un tema que me chirria bastante, también porqué estoy en general bastante contraria a las etiquetas.
No creo que sea correcto hablar de personas tóxicas, lo que sí podemos identificar son actitudes y comportamientos dañinos, y hay una marcada diferencia entre hablar en unos u otros términos.
Si hablamos de personas, que sea tóxicas o vitaminas, estamos dando un juicio sobre el conjunto, sobre el todo que es esta persona. Al ponerle la etiqueta de “tóxica”, automáticamente la imagen que viene a la mente es de alguien que no quieres tener a tu lado, alguien perjudicial para la salud, dejando poco margen para la mejora. Pero también la noción de “persona vitamina” es igual de limitante, porqué deja muy poco espacio para ser de otra manera. ¿Qué pasa, por ejemplo, si una “persona vitamina” tiene un mal día (o una mala semana/mes/año/? ¿No tiene derecho a cabrearse, a estar de mal humor, o triste, o abatida?
El efecto que hacen las etiquetas es precisamente esto, dar unos limites de comportamientos globales, que estrechan también el punto de vista de quien mira, que ya no puede ver otra cosa.
Ahora bien, creo que existen actitudes tóxicas, comportamientos dañinos y perjudiciales, así cómo actitudes “vitaminas” y positivas, que fomentan el bienestar y el equilibrio. Ambas las pueden tener cualquiera, periodo más, periodo menos. Las primeras es importante reconocerlas para limitarlas, las segundas es importante reconocerlas para alimentarlas y fomentarlas.
Pero nadie es inmune de ser tóxico, así como todos podemos ser vitaminas.
¿Y que pasa con quien se instala en algún comportamiento dañino? ¿No se convertiría entonces en “persona tóxica”? Yo personalmente mantengo la opinión de que no, que una cosa es la persona y otra es su comportamiento.
Lo que se mantiene entre dos, o más, individuos, ya es una relación, que por supuesto puede ser tóxica. Aquí entramos en otro aspecto de la cuestión, que es la responsabilidad de cada uno de mantener y fomentar relaciones positivas, a la vez de protegerse de relacione perjudiciales. Entrenar una actitud Mindfulness puede ayudar mucho, porqué fomenta la empatía y la compasión, a la vez que ayuda a establecer limites personales sanos.
